ANATOMÍA DE LOS
MAMÍFEROS
La capa exterior de los mamíferos es la piel, un órgano elástico y
flexible que se renueva continuamente. Suele estar cubierta por un pelaje más o
menos espeso y cumple diversas funciones: protege ante daños de tipo mecánico,
evita la invasión de gérmenes y regula la pérdida de calor y humedad del cuerpo.
En muchos mamíferos, el color de la piel o del pelo se confunde con el entorno
donde habita el animal, de manera que le ofrece camuflaje y protección frente a
los depredadores. Otras veces existe un gran contraste, lo cual favorece la
comunicación visual y proporciona información sobre la identidad de la especie,
el género, la edad o la posición jerárquica o social de un individuo. La piel
también funciona como un órgano sensorial y excretor, pues contiene diferentes
tipos de glándulas especializadas, como las glándulas mamarias. Éstas son
estructuras derivadas de glándulas dérmicas y producen la leche de la que se
alimentan las crías después de nacer. Su existencia da nombre a toda la clase
(clase Mamíferos). Su estado de desarrollo es completo en todas las hembras
adultas, y se encuentran en estado rudimentario en la mayoría de los machos y
de las hembras inmaduras.
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